A pesar de los desafíos de salud física que ha introducido el COVID-19, su impacto en la salud mental ha sido profundo. Las olas continuas del virus parecen seguir un patrón rítmico, y seamos honestos, todos queremos liberarnos de este ciclo agotador. La investigación ha demostrado que la pandemia ha contribuido significativamente al aumento de la ansiedad y los síntomas depresivos en diversas poblaciones, indicando que está surgiendo una crisis global de salud mental junto a la amenaza de salud física[5]. Entonces, ¿cuáles son los efectos y cómo podemos gestionarlos? ¡Vamos a profundizar!
1. Ansiedad por Infección
¿Quién no ha sentido la ansiedad de potencialmente contraer COVID-19? Este miedo se intensifica, especialmente si tienes un familiar con problemas de salud subyacentes. Curiosamente, las noches sin dormir y la pérdida de apetito que podrías estar experimentando a menudo están relacionadas con preocupaciones sobre mantenerte a ti mismo y a tus seres queridos a salvo. Un estudio realizado durante la pandemia destacó que los niveles de ansiedad estaban significativamente elevados, con muchas personas reportando insomnio como un síntoma común[2]. Muchas personas incluso acumulan víveres, temiendo que otro confinamiento pueda estar a la vuelta de la esquina.
2. Estrés Financiero
La pandemia ha puesto en peligro empleos y negocios, llevando a una carga financiera significativa. Si eres el principal sostén de tu familia, es completamente normal sentirte estresado por tu situación financiera. Esta incertidumbre puede afectar seriamente tu bienestar mental, exacerbando los sentimientos de ansiedad y depresión entre aquellos que enfrentan dificultades económicas[3].
3. Efectos de la Aislamiento Social
¿Cuánto has extrañado el tiempo de calidad con familiares y amigos? Si bien los confinamientos unieron a las familias, estar en espacios cerrados constantemente puede volverse agotador. Quedarse en casa para evitar la infección es crucial, pero el aislamiento social resultante puede llevar a sentimientos de depresión. Los estudios han demostrado que las medidas de distanciamiento social han llevado a aumentos significativos en los síntomas depresivos, particularmente entre los adultos jóvenes que prosperan en interacciones sociales[4]. No poder ir a la escuela, trabajar o socializar impacta profundamente la salud mental.
4. Duelo por Pérdida
Las pérdidas inesperadas, ya sea por la pérdida de un ser querido, un trabajo o la salud, se han vuelto demasiado familiares durante esta pandemia. El duelo asociado con estas pérdidas puede sentirse abrumador, especialmente cuando no puedes estar allí para tus seres queridos en sus momentos más difíciles. El costo emocional del duelo se ha visto agravado por la pandemia, haciendo esencial reconocer y procesar estos sentimientos[1].
¿Cómo Puedes Gestionar los Impactos en la Salud Mental?
Una excelente manera de sobrellevar es abrirte y hablar con alguien en quien confíes. ¡Así que adelante y ten esa conversación! Con la constante cobertura de noticias sobre COVID-19, es prudente limitar tu exposición a las actualizaciones de noticias. Mantén una dieta saludable y asegúrate de dormir lo suficiente. Intenta conectarte con amigos y familiares a través de videollamadas, y no dudes en jugar algunos juegos juntos para alegrar el ambiente. El ejercicio regular es crucial para mejorar la salud mental, así que intenta incorporar algo de actividad en tu rutina diaria. La investigación sugiere que la actividad física puede mitigar algunos de los síntomas de ansiedad y depresión que han aumentado durante la pandemia[2].
Es importante desafiar el estigma en torno a la salud mental. Habla abiertamente sobre tus sentimientos; después de todo, la atención de salud mental es un derecho, no un privilegio. ¿Por qué preocuparse por cosas que están fuera de tu control? Concéntrate en tu salud, encuentra alegría en los momentos cotidianos y busca una vida pacífica. ¡Acepta el cambio con una sonrisa!
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